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Puedes resistir a los daños del sol
Cómo aprovechar el sol sin dañar la piel
No podrás tratar tu acné eficazmente hasta que lo hayas identificado con claridad. La fase de diagnóstico es esencial. Para ello, acude a un profesional de la salud, que podrá explicarte tu tipo de acné. Ya se trate de acné de retención, inflamatorio o mixto, he aquí un resumen de los distintos tipos de acné que existen.
Es la primera fase del acné. En este tipo de acné aún no hay signos de inflamación: no hay enrojecimiento visible, ni sensación de calor o hinchazón de la imperfección, solo puntos negros (comedones abiertos: no están cubiertos por la piel y, por tanto, se vuelven negros debido a la oxidación del sebo al contacto con el aire) y microquistes (comedones cerrados, reconocibles por la sensación granulosa al tacto).
En el caso del acné inflamatorio, pueden observarse distintos tipos dimperfecciones:
Cuando las espinillas rojas o blancas se hacen más profundas bajo la piel, se denominan quistes o nódulos. Parecen
espinillas grandes, duras al tacto y muy dolorosas. A menudo dejan cicatrices.
En general, las espinillas inflamatorias, ya sean rojas o blancas, suelen ser dolorosas, especialmente cuando son
profundas.
El acné es una patología inflamatoria, en la que el conjunto de microorganismos (bacterias, levaduras, virus) presentes en la superficie de la piel, denominado microbioma cutáneo, está desequilibrado. Esto se debe a una disminución de la diversidad pero también de la cantidad de estos microorganismos, especialmente bacterias. Estas bacterias proliferan en la glándula sebácea y causan inflamación. De ahí la importancia de cuidar la piel actuando sobre todas las posibles causas del acné, tanto externas como internas.
El acné quístico es un quiste, lo que significa que se encuentra en la profundidad de la piel.
Tanto si hablamos de quistes como de nódulos, se trata de un tipo de acné denominado “grave”: las imperfecciones se localizan de hecho en las capas más profundas de la piel, y pueden incluso provocar un absceso. El acné quístico no debe tomarse a la ligera. En esta fase, puede dejar cicatrices en la piel; por lo tanto, el tratamiento médico es esencial, y no debes tocarlas en absoluto ni intentar “perforarlas”.
El acné hormonal es un tipo de acné relacionado con las hormonas y su influencia en la piel, especialmente en las glándulas sebáceas. Mujeres en primera línea, ¡por supuesto! A lo largo de la vida, las hormonas de la mujer fluctúan: en la pubertad, al tomar anticonceptivos, durante los ciclos menstruales, el embarazo o la menopausia, en caso de trastorno tiroideo, etc.
Una mujer con este tipo de acné tendrá imperfecciones principalmente en la parte inferior del rostro, en la zona de los maxilares inferiores.
Las hormonas implicadas son las androgénicas: cuando están alteradas (como durante el ciclo menstrual, por ejemplo) y/o cuando se producen en cantidades demasiado grandes:
Así que dependiendo del perfil hormonal, pero también de los factores ambientales y estilos de vida que afectarán a este equilibrio hormonal, algunas personas pueden verse más afectadas
que otras.
Este tipo de acné puede manifestarse de forma diferente en función de la edad:
- En los adolescentes, el acné aparece sobre todo en la parte media del rostro (barbilla, nariz, frente) y de forma mixta (puntos negros, espinillas rojas y blancas, etc.).
- En la edad adulta, se concentra en la parte inferior del rostro (mentón, mandíbula, cuello) y en forma de espinillas rojas y quistes localizados a mayor profundidad bajo la piel.
Para tratar el acné hormonal:
1. Es esencial limpiar la piel todos los días, por la mañana y por la noche, e hidratarla a continuación con un producto de cuidado adecuado, idealmente multiacción. Elige productos para pieles con tendencia acneica, disponibles en farmacias.
2. También puedes hablar con tu especialista de la salud sobre medicación adicional (cremas de peróxido de benzoilo, tretinoína o antibióticos), un anticonceptivo adecuado, etc.
Es el que aparece en la adolescencia, debido a la pubertad: las hormonas se activan y estimulan las glándulas sebáceas de la piel.
En el caso del acné en adolescentes, en su mayoría es mixto, con puntos negros y microquistes (signo de acné de retención) y espinillas rojas y/o blancas (signo de acné inflamatorio). Consulta nuestros consejos para las imperfecciones.
Después de la pubertad, crees que por fin has salido de ese periodo de acné, y entonces las espinillas vuelven a aparecer en tu rostro. ¿Por qué? Pues bien, años después, la causa es la misma: las hormonas.
Están directamente relacionadas con el uso de anticonceptivos, los ciclos menstruales, el embarazo y la menopausia.
De forma más indirecta, un entorno o estilo de vida que genere estrés agudo o crónico también puede alterar las hormonas, a través de un aumento de la famosa hormona del estrés, el cortisol, y favorecer así este tipo de imperfecciones en adultos.
Una dieta desequilibrada, si induce repetidos picos de insulina, también repercutirá en el exceso de hormonas masculinas y, por tanto, en la aparición de este tipo de brotes.
A una edad en la que solo debería preocuparme por mis primeras arrugas, todavía estoy en la fase de los tratamientos antiimperfecciones. Y sin embargo, ya tengo patas de gallo...
de los casos de acné en adultos afectan a mujeres ¹
de acné relacionado con el ciclo menstrual en mujeres adultas ²
de acné grave con cicatrices ³
Cuando la gente decide consultar a un profesional de la salud, a menudo ya ha esperado demasiado. Lo importante es recordar que cuanto antes se traten las imperfecciones, menos probabilidades habrá de que queden cicatrices. Así que acude a una consulta lo antes posible para confirmar el tipo de acné que padeces, realizar un diagnóstico y poder pasar a un tratamiento personalizado para las imperfecciones lo antes posible.
A veces se confunden el acné y la rosácea acneica. Aquí tienes algunos consejos sobre cómo diferenciar estos dos tipos de acné.
La rosácea se caracteriza por “sofocos”: las mejillas se calientan y se enrojecen (es lo que se denomina rubor, es decir, una sensación de calor ligada a la sobrevascularización). Localizada en la nariz y las mejillas, puede ir acompañada de vasos sanguíneos rojos y morados, pústulas similares al acné y espinillas.
Pero la rosácea acneica:
Si tú también estás afectada, consulta nuestros consejos de expertos sobre la rosácea.
