¿Cómo reconozco una piel con tendencia atópica?
La dermatitis atópica, también conocida como eccema es una inflamación de la piel relacionada con una disfunción de la barrera cutánea. Evoluciona entre fases de crisis y fases de calma. En la fase de crisis, la piel con tendencia atópica está seca, incluso muy seca, aparecen manchas rojas, se forman vesículas que pueden convertirse en costras. Durante estas crisis, la persona afectada por la atopia siente muchas molestias en la piel en forma de comezón, tirantez u hormigueo.
Puede afectar tanto al rostro como al cuerpo. En el rostro, las placas aparecen principalmente en las mejillas, la frente, los párpados y el cuello. En el cuerpo, las lesiones se forman en los pliegues de codos y rodillas, y en el torso.
En la fase de remisión, los síntomas de la inflamación son invisibles, pero la piel frágil permanece seca.
¿Cómo tratar la piel con tendencia atópica?
Además del tratamiento recomendado por el dermatólogo, durante un brote de eccema atópico se puede utilizar un producto de limpieza adecuado que limpie suavemente, calme y proteja la piel. A continuación, sobre la piel limpia, masajear lentamente con un emoliente adecuado (crema, leche, bálsamo) que hidratará la piel seca y reforzará su barrera cutánea.
En caso de comezón, se recomienda resistir el impulso de rascarse, ya que empeoraría la situación. Descubre nuestros consejos antirritación.
El error consiste en interrumpir el tratamiento en cuanto la inflamación deja de ser visible, ya que a pesar de la resolución de los síntomas, la piel con tendencia atópica sigue siendo frágil. Para reducir la cantidad de brotes, es necesario integrar en la rutina unos cuidados adecuados, tanto durante las crisis como durante las fases de remisión. Todos nuestros consejos expertos para cuidar la piel con tendencia atópica.
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